Está es la historia de un escritorio y su dueña, mi amiga P., es psicóloga y por tanto buena conversadora y además divertida. 

P. buscaba una silla para montarse su espacio de trabajo en casa. Tenía un escritorio de Estilo en blanco antiguo, muy bonito pero solitario. En principio, la silla quería que fuera también blanca, pero después de pensar y repensar, decidió mezclar la madera natural con el blanco, para romper un poco con tanta monotonía, lo cual dicho sea de paso, ha sido un acierto.
Estoy convencida que cuanto más agradable y personal sea nuestro lugar de trabajo, más llevadera será la tarea. 

La novia, nuestra silla en cuestión, es la que veremos a continuación, una réplica de silla Isabelina. 
Por cierto y por si quedase alguna duda, Isabelina de Isabel, claro. De Isabel II, de España, es durante su reinado cuando surge este estilo. 
Uno de mis preferidos en cuanto a sillas, sino el que más. Me encantan sus formas redondeadas, esas patas tipo cabriolé y  sus insinuantes curvas que la hacen tan acogedora….

¡¡¡ Aquí tenemos a nuestra señorita Isabel!!

Adquirida en una tienda de antigüedades, la silla estaba en perfecto estado, así que el trabajo de restauración fue mínimo. Reducido a destapizar y decapar barnices para dejar la madera natural. 
 
!!! Despojada de sus vestiduras, podemos apreciar aquí su precioso burlete!!!

 
Aplicamos tapa poro y finalmente un acabado con una pátina blanca generosa para resaltar bordes y pequeña moldura.
 
En la siguiente fotografía con la pátina de cera ya aplicada, dejamos secar y retiramos suavemente con lana de acero, la más finita 000.

 
La elección de la tela fue decisión de mi amiga P. Debía  ser así, siendo ésta una cuestión bastante personal. 
 
Buscamos y miramos varias opciones, siendo la última palabra suya, y no se equivocó.
 
Ella buscaba algún tejido en tonos morados, lilas, malvas ……. y quería que tuviera algún motivo dibujado, lo ideal era en el respaldo ya que va a ser una silla para uso.
 
El motivo lo dejó a mi elección, y pensé que unas lavandas irían bien con la gama de malvas.
Al final esta bonita pieza, fue la elegida. Color malva, con el toque justo de brillo que la hace muy elegante. 

Cuando se trabaja en una pieza para alguien concreto, aunque no tengas muchas condiciones y te dejen actuar libremente, no se llega a respirar profundo hasta finalizado el trabajo……….surgen dudas, temores …….quedará bien…….le gustará…..
Cuando vi que el dibujo ya estaba plasmado en la tela y que afortunadamente salió bien, respiré profundamente.

¡¡¡ Finito !!!, ya solo faltaba verla tapizada.

Tengo que decir que  mi amiga P. me ha dejado total libertad de actuación, ha confiado en mi en todo momento, se ha dejado aconsejar, en definitiva…….ha sido un placer tenerla como clienta, jeje!  y poder  prepararle su silla. 

Aquí tenéis el motivo. «Lavandas». No sabría explicar porque me gustan tanto……la verdad que todas las flores son bellas………. ……y estas por su rusticidad y aroma a campo me encantan.

 
 

Finalmente, nos entregan la pieza ya tapizada y otro momento de tensión …………. La descubrimos para verla y volvemos a respirar hondo de nuevo, SI, NOS GUSTA , UFFF……

Voilà notre aimé chaise !!!!

 «»» Y colorín colorado
el escritorio blanco y solitario
errante 
encontró por fin 
a su amada silla elegante «»»

 

 

 

 

 
 
Besos