Aquí os presento fotos de su estado original.
Aquí os dejo unas fotos del relleno y los muelles.
Aplicamos varias manos de tapa poros para proteger.
Finalmente, una mano de cera blanca, dejamos secar y arrastramos con lanilla fina de acero el sobrante.
Personalmente este acabado me gusta mucho. Da a la pieza un aspecto un tanto blanquecino muy fino a la vez que aclara un poco la madera.
Y aquí comienza su historia más reciente: Use una técnica para transferir imágenes tanto a telas como en madera, que tengo que confesar no domino aún y que me trae de cabeza. Probé transferir una imagen en la silla, y bueno al principio quedó más o menos aceptable pero poco después una parte del dibujo se levantó y ¡¡¡ horror !!!! tuve que quitarlo todo muy a mi pesar.
Pero la verdad que como no hay mal que por bien no venga, y tenía que reparar el desaguisado, me animé a dar unas pinceladas en mi recién restaurada y estropeada silla.
Así que esta vez pinceles y pinturas en mano me lancé al mundo del arte pictórico…… y este, es su nuevo look. Círculos, círculos y más círculos en tonos azules, beige y tostados. Elegí algo que no fuera muy complicado para mí inexperiencia, claro.
No os he dicho que esta silla era para mi peque, andamos pensando en arreglarle su habitación y estaba destina para su futura mesa de estudio.
Cuando llegué de nuevo a casa con la silla redecorada por segunda vez, lo primero que dijo mi ratoncillo cuando la vio pintada con los círculos mágicos: ……..¡¡¡¡¡ anda si parecen pompas de jabón…..!!!!
Y la verdad que tiene razón.
Tenemos nueva ubicación para nuestra silla de pompas, se queda en el recibidor de mi casa. Todos estamos de acuerdo. Mi peque ha accedido sin problema, ya le estoy preparando otra que será definitivamente para su «»Alcoba»»», o su habitación, jeje, como más os guste.
Resultado final de la Silla Pompas de Jabón:
¡Espero que os guste! Yo estoy muy ilusionada.
De los errores se aprende, y a vosotr@s ¿ os ha pasado algo parecido alguna vez?
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