Archivos por mes: febrero 2022

Pequeños cambios. Grandes resultados.

El tiempo pasa demasiado rápido.

Afortunadamente nos queda el recuerdo de ese tiempo vivido, al que es bonito volver siempre que lo deseemos.

 Los muebles de antes duran una eternidad. Esto unido a que mi madre siempre fue una gran conservadora, ahora, muchos años después puedo disfrutar de dulces recuerdos.

Serían finales de los sesenta o inicios de los setenta, se instalaría en Cáceres una de las primeras tiendas de muebles que encandilaría a la sociedad cacereña, causando furor, sobre todo en sus mujeres, imagino jijij. Galerías Pedrazo, se llamaba. Los muebles venían fabricados a mano de Valencia.

El sector del mueble valenciano fue durante décadas la meca mundial del mueble clásico artesano. Sus muebles vistieron aquellas series famosas de los ochenta como Dallas, Falcon Crest, Dinastía y Hotel. Basta con buscar en google al empresario Mariano García fundador de una empresa con el mismo nombre en 1890 -que fabricaría muebles artesanos tallados a mano en madera maciza, sobre todo de estilo Reina Ana, Regencia, aunque las estrellas eras los Luis XV y Luis XVI- para darse cuenta de la importancia del sector en aquellos años.

De aquella tienda de muebles instalada en Cáceres saldrían muchos de los que habitaron nuestra casa.

Prueba de ellos son esta banqueta y la mesilla de mi habitación de aquella maravillosa época que fue la infancia.

Restaurada la banqueta – hubo que encolar – y lijada la mesilla -quise quitar la pintura industrial con un craquelado inicial que tenía- estuvieron un tiempo esperando su sitio y su momento ya que no daba con su estilo………. así que las dejé por imposible un tiempo.

En realidad la foto pertenece a una cómoda, del mismo estilo, porque de la mesilla creo que en su día no hice ninguna foto. Aunque, me acabo de dar cuenta que detrás de la banqueta se puede ver un poquito, la mesilla. Todo el conjunto, como venía siendo habitual en la época era homogéneo.

La mesilla ya terminada, finalmente es azul, azul y sus matices. Un azul intenso y profundo que acompañará al cabecero Tarde de verano. 

Del color azul se pueden decir muchas cosas. El primer azul conocido fue el egipcio. Este color fue muy importante para ellos, siendo utilizado para pintar piezas de cerámica, estatuas e incluso para decorar las tumbas de los faraones. Después vendría el azul de ultramar (más allá del mar), la piedra semipreciosa del que se obtiene, el lapislázuli, sería importada desde las montañas de Afganistán inicialmente por los egipcios. En los siglos XIV y XV los comerciantes italianos traerían este pigmento a Europa. Su profundidad y elegancia lo convirtieron en uno de los más solicitados en la Edad Media. Tan sólo los más ricos podrían acceder a él, siendo considerado tan preciado como el oro. Se comienza a pintar en azul lo más valioso y lo divino. El manto de la virgen por ejemplo, tenía reservado este color. Después vendría el azul de cobalto, el cerúleo, azul índigo, el de Prusia y el azul Klein. Y no me quiero enrollar más, que a mí estas historias de pigmentos me chiflan.  Dejo por aquí un enlace curioso sobre el color azul, por si a alguien le gustan estas cosas tanto como a mí.

https://www.revistaad.es/decoracion/articulos/historia-del-color-ano-azul-clasico/25650

Se ha realizado un acabado lo más liso posible, aunque percibiéndose la pincelada de la brocha. Con ese acabado satinado que le proporciona la cera, aportándole un efecto sedoso y aterciopelado.

Las habitaciones antes eran muy distintas a las de ahora, claro que las casas también, mucho más grandes y espaciosas, con techos altos. Ahora los espacios se han reducido bastante. Antes el dormitorio venía completito y todo en el mismo estilo. Camas con cabecero y piecero, armario, que solía ser grande de varios cuerpos, siempre había una cómoda tocador, descalzadora, mesillas, eran fully equipped.

Ahora tendemos a mezclar estilos, los pisos tienen armarios empotrados, el tocador ya no existe, nos maquillamos en el baño. En fin, nada que ver ni el mobiliario ni el uso que hacemos de él.

Pero siempre existe la posibilidad de adaptar las piezas de forma independiente a otros espacios.

La banqueta del mismo estilo, en la que yo me sentaba todas las mañanas para ponerme mis zapatos e ir al cole. Ahora pongo mis a veces cansadas piernas para ver la tele cómodamente en el salón de mi casa. Y por unos segundos me siento niña otra vez…………jijiji

La tela repite. Podéis verla también en la Butaca Donatello. Hay que aprovechar los retales……….

 

Desde la cumbre del medio siglo cuya subida suele ser abrupta e insegura  (lo corroboro, no ha sido fácil llegar hasta aquí pero estamos, con algunas cicatrices y heridas de guerra pero… hemos llegado:)) ya se divisa el valle con una senda de bajada, que se pierde en el horizonte…………En estos días de febrero están los almendros en flor. Su floración sólo dura unos días, lo suficiente para recordar que a lo largo de la vida ha habido instantes de felicidad por los que ha merecido vivirla.

Manuel Vicent, extracto de su artículo Pasa la vida.

 

 

Cabecero «» Tarde de verano «»

Hola a los que pasáis por aquí!!!!

Retrocedemos en el tiempo a un veinte de agosto de 1960, una pareja de jóvenes, guapos y felices se daban el sí quiero y se juraban amor eterno.

 Yo, me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.

Y se amaron, y se respetaron, y estuvieron juntos en los momentos más felices de su vida y también en los mas tristes y dolorosos.

Fruto de esta sólida relación nacimos nosotros, sus tres hijos, únicos y diferentes, especiales.

Juntos superaron y se sobrepusieron a la peor tempestad que la vida les deparó, la pérdida de uno de sus hijos que se marchaba demasiado joven, dejando una familia desolada.

  Sin embargo ante tanto dolor ellos siempre fueron un gran ejemplo de fortaleza y sobre todo de UNIÓN. Imposible parecerse a ellos………..están hechos de otra pasta.

Hace poco, en relación a la muerte de un joven actor francés, (una muerte joven es siempre triste) Gaspard Ulliel, leí unas bellas palabras de las que desconozco el autor, pero que transcribo aquí, para no olvidarlas:

«...Recuérdame como era, ese muchacho alegre……Y aunque he sido llamado drásticamente, como nube en el viento…………Ni la brisa de la montaña, podrá apoderarse de mí Ser………He abierto los ojos a una nueva vida, a un nuevo estado espiritual. Me siento sutil, vasto, eterno……Y quiero que así me recuerdes: Volátil, viajando de aquí para allá.

Porque aunque fui fuego, pasión y deseo….Hoy soy infinito, infinitamente LIBRE…»

Y así te recordamos querido hermano, libre, siempre, como tú querías ser.

Hoy, mirando hacia atrás, a la vida de mis padres, juntos, siento una completa admiración hacia ellos, me siento inmensamente feliz, orgullosa y afortunada de haber compartido parte de mi vida con ellos.

Me han trasmitido un bonito legado de virtudes y valores.

En aquel verano de 1960 mi querido abuelo materno, les regaló su dormitorio de casados (su alcoba) al completo. Totalmente equipada contaba con una cama de las de antes claro, de 1,35 de matrimonio cariñoso como la llamaba mi madre; dos mesillas (aún por restaurar), su cómoda (podéis verla aquí), dos bonitas butacas (que podéis ver aquí)  y por último un gran y amplio armario, pendiente de alguna pequeña adaptación. Toda ella de madera y chapa de raíz de nogal. Realizada por las manos artesanas de un ebanista local. De esos oficios que se van perdiendo.

Afortunadamente, bien conservada, 62 años después se vuelve a poner en valor y aunque es bonita tal cual me gusta la idea de darle otro aire. Renovarla, adaptar cada pieza a una nueva ubicación.

Las piezas, separadas, ya no forman un todo, tienen su lugar a falta de algún retoque para integrarse a los nuevos espacios. Aportando cada una de ellas su personalidad y un toque especial.

En las siguientes fotografías, el cabecero sin haber realizado aún ninguna limpieza y en las posteriores, una vez limpio y retirado el barniz en mal estado que amarilleaba, deja ver la espectacular veta. En la parte superior del cabecero un precioso labrado en la madera.

 

 

La idea la tenía bastante clara, sobre todo desde que vi estas obras de Julia Contacessi., cualquiera de ellas sugerentes e inspiradoras.

Aprovechando además que en esta nueva etapa mía, la 50th, me estoy iniciando en la pintura, me puse manos a la obra, a ver que salía …..

Gracias a la ayuda de Alberto de los Ríos (La fábrica de artistas) reconocido artista plástico de Badajoz.

Tomando un poco de aquí y otro poco de allí, algo de cosecha propia, mezclando técnicas, espátula y pincel, poniendo carga y después quitándola; y volviendo a pintar………finalmente apareció:

 «» Un mar suave, envolvente y tranquilo bajo un cielo dulce e infinito; bañado por un sol que acaricia una feliz tarde de verano.»»

Como la del día de boda de mis padres, estoy convencida. 🙂

Pintar tiene algo de magia, mezclando colores ves como aparecen otros. No me considero nada metódica (para eso ya está el trabajo) en esto de la pintura en parte porque desconozco la teoría (todo hay que decirlo) y por otra porque tiendo a alejarme de tantas reglas; así que practico y disfruto, experimento, combino y fusiono colores. Y en esos espacios que de repente aparecen difuminados, difusos, es donde me siento bien.

 

 

 

Mostraré más adelante alguna foto en su nueva casa, de la playa.

De ahí los tonos azules y la temática.

Mis padres, el día de su boda el 20/08/1960 un bonito día de verano, con mi querida primita Lourdes acompañándoles, bellísima.

 

 

Y nosotros

 

 

 

Momentos capturados para el recuerdo.

Un poco enfurruñados -en la foto de la izquierda- alguna habríamos liado y seguro nos echarían la correspondiente regañina 🙂 🙂 🙂

Y en la otra foto, sin embargo, risueños.

 

 

 

 

 

Las cosas

Jorge Luis Borges

El bastón, las monedas, el llavero,
la dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán los pocos días
que me quedan, los naipes y el tablero,

un libro y en sus páginas la ajada
violeta, monumento de una tarde
sin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde

una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,

ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido.

 

Esas cosas que perduran en el tiempo, nunca sabrán que nos hemos ido; gracias a ellas, a vuestras cosas, siento que estáis presentes.