Hola a los que pasáis por aquí!!!!
Retrocedemos en el tiempo a un veinte de agosto de 1960, una pareja de jóvenes, guapos y felices se daban el sí quiero y se juraban amor eterno.
Yo, me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.
Y se amaron, y se respetaron, y estuvieron juntos en los momentos más felices de su vida y también en los mas tristes y dolorosos.
Fruto de esta sólida relación nacimos nosotros, sus tres hijos, únicos y diferentes, especiales.
Juntos superaron y se sobrepusieron a la peor tempestad que la vida les deparó, la pérdida de uno de sus hijos que se marchaba demasiado joven, dejando una familia desolada.
Sin embargo ante tanto dolor ellos siempre fueron un gran ejemplo de fortaleza y sobre todo de UNIÓN. Imposible parecerse a ellos………..están hechos de otra pasta.
Hace poco, en relación a la muerte de un joven actor francés, (una muerte joven es siempre triste) Gaspard Ulliel, leí unas bellas palabras de las que desconozco el autor, pero que transcribo aquí, para no olvidarlas:
«...Recuérdame como era, ese muchacho alegre……Y aunque he sido llamado drásticamente, como nube en el viento…………Ni la brisa de la montaña, podrá apoderarse de mí Ser………He abierto los ojos a una nueva vida, a un nuevo estado espiritual. Me siento sutil, vasto, eterno……Y quiero que así me recuerdes: Volátil, viajando de aquí para allá.
Porque aunque fui fuego, pasión y deseo….Hoy soy infinito, infinitamente LIBRE…»
Y así te recordamos querido hermano, libre, siempre, como tú querías ser.
Hoy, mirando hacia atrás, a la vida de mis padres, juntos, siento una completa admiración hacia ellos, me siento inmensamente feliz, orgullosa y afortunada de haber compartido parte de mi vida con ellos.
Me han trasmitido un bonito legado de virtudes y valores.
En aquel verano de 1960 mi querido abuelo materno, les regaló su dormitorio de casados (su alcoba) al completo. Totalmente equipada contaba con una cama de las de antes claro, de 1,35 de matrimonio cariñoso como la llamaba mi madre; dos mesillas (aún por restaurar), su cómoda (podéis verla aquí), dos bonitas butacas (que podéis ver aquí) y por último un gran y amplio armario, pendiente de alguna pequeña adaptación. Toda ella de madera y chapa de raíz de nogal. Realizada por las manos artesanas de un ebanista local. De esos oficios que se van perdiendo.
Afortunadamente, bien conservada, 62 años después se vuelve a poner en valor y aunque es bonita tal cual me gusta la idea de darle otro aire. Renovarla, adaptar cada pieza a una nueva ubicación.
Las piezas, separadas, ya no forman un todo, tienen su lugar a falta de algún retoque para integrarse a los nuevos espacios. Aportando cada una de ellas su personalidad y un toque especial.
En las siguientes fotografías, el cabecero sin haber realizado aún ninguna limpieza y en las posteriores, una vez limpio y retirado el barniz en mal estado que amarilleaba, deja ver la espectacular veta. En la parte superior del cabecero un precioso labrado en la madera.
La idea la tenía bastante clara, sobre todo desde que vi estas obras de Julia Contacessi., cualquiera de ellas sugerentes e inspiradoras.
Aprovechando además que en esta nueva etapa mía, la 50th, me estoy iniciando en la pintura, me puse manos a la obra, a ver que salía …..
Gracias a la ayuda de Alberto de los Ríos (La fábrica de artistas) reconocido artista plástico de Badajoz.
Tomando un poco de aquí y otro poco de allí, algo de cosecha propia, mezclando técnicas, espátula y pincel, poniendo carga y después quitándola; y volviendo a pintar………finalmente apareció:
«» Un mar suave, envolvente y tranquilo bajo un cielo dulce e infinito; bañado por un sol que acaricia una feliz tarde de verano.»»
Como la del día de boda de mis padres, estoy convencida. 🙂
Pintar tiene algo de magia, mezclando colores ves como aparecen otros. No me considero nada metódica (para eso ya está el trabajo) en esto de la pintura en parte porque desconozco la teoría (todo hay que decirlo) y por otra porque tiendo a alejarme de tantas reglas; así que practico y disfruto, experimento, combino y fusiono colores. Y en esos espacios que de repente aparecen difuminados, difusos, es donde me siento bien.
Mostraré más adelante alguna foto en su nueva casa, de la playa.
De ahí los tonos azules y la temática.
Mis padres, el día de su boda el 20/08/1960 un bonito día de verano, con mi querida primita Lourdes acompañándoles, bellísima.
Y nosotros
Momentos capturados para el recuerdo.
Un poco enfurruñados -en la foto de la izquierda- alguna habríamos liado y seguro nos echarían la correspondiente regañina 🙂 🙂 🙂
Y en la otra foto, sin embargo, risueños.
Las cosas
Jorge Luis Borges
El bastón, las monedas, el llavero,
la dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán los pocos días
que me quedan, los naipes y el tablero,
un libro y en sus páginas la ajada
violeta, monumento de una tarde
sin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde
una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,
ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido.
Esas cosas que perduran en el tiempo, nunca sabrán que nos hemos ido; gracias a ellas, a vuestras cosas, siento que estáis presentes.