Quizás los puristas de la restauración y coleccionistas vean este cambio tan radical desastroso, o por qué no inaceptable. Puede ser, no les quito razón, pero lo bueno de transformar un objeto, es que gracias a ciertos productos disolventes siempre se puede devolver a su estado original con paciencia y cuidado.
De cualquier manera hay otro jarrón de la misma cerámica, este si, precioso, que no se me ocurriría hacerle nada en la vida y algunos platos también muy bonitos que se quedarán siempre así.
Todos poseen la inscripción » Fabricado em Macau».
Os muestro fotos a continuación.
Con el jarrón, sin embargo no he tenido ese feeling, quizás por las escenas representadas, demasiado humanas, me gustan más los motivos florales o de paisajes, no me ha hecho sentir ninguna atracción. La forma del jarrón sí es bonita además es grande que es lo que yo buscaba.
Por otra parte me apetecía tener un jarrón con aspecto de plata envejecida y antes de comprarlo decidí o tunear éste. Palabra esta muy de moda últimamente.
Gracias a este jarrón he descubierto una parte importante de la historia de nuestro vecino país, Portugal. Probablemente algunos la conoceréis pero para mí ha sido un gran descubrimiento y sobre todo comprender el por qué de este tipo de cerámica en nuestros hogares. Resumiendo:
Allá por el siglo XVI, los portugués llegaron a Macao, instalándose allí y propiciando un centro de operaciones que la hizo prosperar. Esta situación duró unos cuatro siglos, hasta que ya en la historia reciente, tras la caída del dictador Salazar, se inició por el nuevo gobierno un proceso de abandono de todas la colonias portuguesas.
Desde Macao a Lisboa, durante todo este tiempo se creó una importante ruta comercial hacia toda Europa.
Este tipo de porcelana concretamente es extremadamente fina y delicada.
Escribiendo esto, tengo sentimientos encontrados, he transformado un objeto en otra cosa que no es, aunque me queda el consuelo que su alma, su esencia, está ahí, esperando que un día la vuelva a descubrir……
El cómo hacer de la porcelana china ha sido durante siglos el secreto mejor guardado y el mayor objeto de deseo para Occidente. No es de extrañar que sea la mejor porcelana del mundo y algunas verdaderas antigüedades ( no es el caso de nuestro jarrón claro) alcancen importes elevadísimos en las casas de subastas.
Otro descubrimiento ha sido el de las litofonías, pero mejor lo dejaremos para otro día. Que seguramente también dará un poco de sí seguro. ¿No os parece algo inquietante y misterioso? Jeje…..
Volviendo a lo nuestro, me gustan las láminas doradas, en este caso, usé pan de oro, cobre y plata.
Como soy un desastre y cuando llego al taller me pongo en seguida a trabajar y es bastante complicado tener siempre la cámara colgada del cuello, pues pasó lo que tenía que pasar, que no tengo foto del antes. Pero bendita internet, he conseguido una foto con una jarrón parecido!!! Algo es algo . Aquí os la dejo:
Una mano de mixtión para adherir las láminas.
Se le aplica la técnica del pan de plata (en esta caso combinado con oro y bronce). Sobre una base de plata, ya que es la predominante vamos agregando trocitos de láminas doradas y de cobre.
Damos varias manos de goma laca. Cuántas más manos mejor el resultado. Así ya me gustaba bastante, la goma laca le deja un acabado muy fino, pero decidí envejecerlo un poco con una pátina sombra natural.
Resultado final:
Este otro blog es muy interesante, también me ha gustado mucho, aunque está en portugués e inglés:
http://artelivrosevelharias.blogspot.com.es/2011_10_01_archive.HTML
Qué lo disfrutéis!!
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